sábado, 30 de enero de 2016

ILUSIÓN

Cuando decides observar despiertas del sueño en el que estás sumido. Desde hace un tiempo, no mucho, me he dado cuenta que el entorno siempre es el mismo. Lo que varía es cómo ves ese entorno. 

Si la actitud es positiva el entorno también lo es. 
Si sonríes el entorno sonríe.
Si decides cambiar, a pesar de las visiones negativas de alrededor, el entorno también cambia.

Es curioso porque si todos los días pones toda la pasión, sentimiento, actitud y amor en cambiar las cosas, estas van cambiando. 
Hoy he paladeado la ilusión en las sonrisas de mis hijas, he disfrutado de una deliciosa madalena rellena de fresa, me he reído con las cosquillas de Clara, he disfrutado con una paella de verdura y mero al lado del mar, he visto la alegría de Julia mientras daba de comer a decenas de peces, me ha encantado cantar a la vida en este espléndido sábado, me he sentido vivo y enamorado mientras te miraba.

Si la actitud es positiva el entorno también lo es.
Si sonríes el entorno sonríe .
Si decides cambiar, a pesar de las visiones negativas de alrededor, el entorno también cambia.

Pero lo que de verdad hace que todo cambie es el amor. Gracias por un día tan maravilloso. Mañana también voy a ilusionarme. ¿Me acompañas?.


jueves, 14 de enero de 2016

El último beso

~Papá ¿cómo nací yo?.
~Pues es una historia muy bonita. ¿Quieres que te la cuente?.
~Sí, por favor.
Bien, vamos allá. Hace seis años papá y mamá estaban en un pueblo bañado por el Mediterráneo. Era verano. Fuimos a cenar a un restaurante especial, pues especial era esa noche. Celebrábamos nuestro aniversario de boda.
Cuando salimos del restaurante nos abrazamos a la luz de la luna y nos dimos un beso.
~Y fue ahí dónde yo nací?
~No, no seas impaciente.
Aquella  noche había una enorme luna llena que parecía salir del mar. Nos quedamos mirando y en un segundo pensamos en un deseo. Un mismo deseo.
De pronto sopló una brizna de aire que nos arrebató nuestro deseo y pudimos ver cómo mágicamente se fue alejando hacia el mar, en dirección a la luna.
Nos quedamos mirando hasta que perdimos de vista el deseo, y justo en ese momento ocurrió algo muy extraño.
El firmamento estaba repleto de estrellas, pero había una al lado de la luna que empezó a tilitar sin cesar. Era una estrella maravillosa, con una luz clara y muy potente. Entonces vimos como la luna acerco sus labios hasta ella y la beso. Era de madrugada, fue el último beso de esa noche que dio la luna.
Pocos meses después naciste tú.