sábado, 25 de febrero de 2012

UN RECUERDO A NUESTRA MEMORIA

Hola a todos. Hace un par de semanas que llevo en mi memoria escribir unas líneas en recuerdo de una persona que dibujo parte de mis mejores recuerdos juveniles.
Todos los fines de semana nos reuniamos en una pequeña mesa, de las cuatro que tenía El Baret, para tomar vino turbio, y cenar jamón al horno, alcachofas fritas y un sin fin de tapas más. Estas cubrían la mesa y nos alimentaba el estómago y el espíritu. Allí estabamos hasta altas horas de la noche, porque después de la cena y si el aforo lo permitía, no faltaba la mistela. Todo era una reunión mística, todo fue una experiencia tan bella, que aún hoy sonrío cuando pienso en aquellos agradables momentos.
El Baret era una confluencia de familiaridad, de cariño, de comida bien hecha, y sobre todo de mucho mucho amor. Pepe, siempre agradable, siempre afable. Ana siempre cariñosa. Hace un par de semanas Ana dejo de estar, de existir. Ella es un recuerdo a nuestra memoria.
Gracias Ana estés donde estés

martes, 7 de febrero de 2012

CÓMO MECER UNA MECEDORA

Allí estaba sentado sin mediar palabra. La cabeza agachada, los brazos apoyados en las abrazaderas de la mecedora.
A su lado una pared revestida de pintura blanca ya antigua que tiende al amarillo y con brotes negros de humedad. Allí, justo allí el inconfundible espectro de la incomodidad hecha realidad.
El sigue quieto con la cabeza agachada. Ella, se va haciendo grande por momentos. Va creciendo y con mala intención absorbe la ignorancia de él.
La incomodidad se va pertrechando de herramientas, ahora un recorte, después otro, mañana reduzco el salario, el miedo es su gran arma.
Él sigue inmóvil y la habitación se hace fría. La humedad ya lo envuelve todo. Ella sigue creciendo. Él dejó de existir hace ya mucho tiempo.
Hoy he salido a la calle y he visto muchos hombres sentados en mecedoras con la cabeza agachada, pero al girar la esquina he visto a niños cargados con sonrisas. He visto a niños que crean e imaginan, que se vuelven nieve en el verano y se envuelven en las estrellas sin llegar a ellas. Hoy he visto esperanza de la de verdad. Hoy he visto a un niño mecer una mecedora que estaba quieta. Luego ha jugado con ella como si un barco navegara por el océano de asfalto de mi calle.
Miedo, quién dijo miedo¡¡¡