domingo, 23 de noviembre de 2014

¿TÚ BIEN?

No hace mucho que acabé un curso relacionado con el liderazgo empresarial o ejecutivo. De toda formación uno suele sacar conclusiones o trozos de conocimiento que se suelen meter en la mochila. De este, me quedo con muchas cosas. Pero en definitiva, me quedo con la definición más clara del liderazgo, que  es el de servir a los demás, y que esta acción comienza por el liderazgo a uno mismo o liderazgo interior.


Nos solemos mover en la vida bajo aspectos relacionados con la necesidad de conseguir aquellas metas o retos que consideramos son buenos u óptimos para conseguir el éxito. Digamos éxito personal. Tal vez, poder tener un buen trabajo, estar en una buena posición, tal vez tener un buen coche o una buena casa, quizás poder comprar un buen vino, o comer en selectos restaurantes, en conclusión pequeños pedazos de posición, que reflejen hacia mi círculo social que  YO estoy bien.


Porque está claro que, aunque creemos que no lo sabemos (es falso), YO soy el que está por encima del bien y del mal en el trabajo, y si no fuera por MI tal vez no se hubiera conseguido hacer esta o aquella venta, o este o aquel proyecto. Normalmente, ante mi círculo más cercano YO suelo sacar pecho de MIS valores, de MIS logros, de MIS éxitos.


Ya desde pequeños estamos programados para avanzar compitiendo. YO soy el que más he corrido, YO soy el que más nota he sacado, o tal vez YO juego en el primer equipo y los otros juegan en el otro equipo. Avanzar mediante la competencia está anclado en nuestro sistema, y está anclado a fuego. Así vamos creciendo y así vamos avanzando.


Así seguimos, hasta que un día no sabes cuándo, en el silencio de tu interior descubres que hay algo que no acaba de funcionar, algo que no para de repetir que no es eso, que no es así....pero no importa porque YO soy así, porque tengo YO razón.....¿cómo voy a echar a  perder la posición que tanto me ha costado?.


Sigo anclado en MI, en YO.....y comienzo a descubrir (si soy lo suficientemente valiente) que lo que me rodea no es lo que quiero hacer, pero que lo hago porque es lo que me han dicho que haga. Descubro que tengo angustia, pero sólo la tengo en silencio y no se lo digo a nadie....por si acaso.
Angustia, que no es más que miedo, temor a enfrentarme a aquello que no quiero hacer pero que hago.  Entonces aún más si cabe, refuerzo el YO, refuerzo mi importancia y vivo en el EGOISMO más absoluto.


Si Luis me cuenta sus vacaciones, entonces YO no le dejaré terminar y diré que las MIAS fueron superiores a las suyas. Si Antonio se ha comprado un coche, está claro que YO podré envidiarle y tarde o temprano ME compraré al menos uno igual, sino mejor, etc, etc.


Pero, como todo en la vida, hay solución. Sabéis por qué.......porque la vida es una propuesta cargada de elección. En todo momento elegimos y esa es la belleza de la vida, ahí radica nuestro más preciado tesoro como humanos. PODEMOS ELEGIR, YES WE CAN.


Entonces, es entonces, cuando dejas de hablar del yo, de mi y cambias al tú y al vosotros. Es entonces cuando comienzas a escuchar tu voz interior y descubres que no hay que competir, hay que  COOMPETIR. Entonces es cuando ves que se puede observar la realidad desde otro prisma. Es en ese instante cuándo observas que la angustia y el estrés no son más que reacciones humanas al miedo, a las ganas de salir corriendo y te enfrentas a él para decidir (la vida es decisión) que las cosas pueden hacerse de otra manera.


Ahora, si Luis me cuenta sus vacaciones....¿por qué no escucharle de verdad y dejar que lo haga sin tener que pensar en reforzar mi respuesta egocéntrica?. Ahora si Antonio se compra un coche, ¿por qué no estar feliz por su dicha y su alegría?.


Cambiemos pues los patrones, lancemos la angustia al aire y cambiémosla por amor y generosidad (ofrecer y también recibir).


En conclusión, cambiemos los patrones de juego y comencemos las frases y las relaciones con;


¿Tú bien?, entonces yo bien.


Está es la única condición y regla: ¿Tú bien?, entonces yo bien.




Nos leemos¡¡¡¡





No hay comentarios:

Publicar un comentario